En 1981, en un suelo rojo-arcilloso de la comuna de Cañete, se estableció un experimento que consideró siembras de trébol rosado al voleo en mayo, junio, julio y agosto, sobre trigo Capelle Desprez (altura normal) y Manquefén (semienano), sembrados en mayo; trébol en lÃnea junto al trigo en mayo; trébol solo en lÃneas en abril, mayo y agosto; y ambos trigos solos, en mayo. Se usó 150 kg/ha de trigo y 12 y 1 8 kg/ha de trébol, al voleo y en lÃneas, respectivamente. Se midió la producción de grano de trigo y la población y producción de m.s. de trébol, en la primera y segunda temporadas. No hubo diferencias de rendimiento de trigo por la asociación con trébol; pero el del trigo de altura normal fue significativamente (P < 0,01) mayor (5,1 vs 4,5 ton/ha, de grano). Los rendimientos de trébol, al momento de la cosecha del trigo en las siembras asociadas, no superaron las 0,5 ten m.s./ha y no difirieron significativamente entre sà (P > 0,05). En las siembras de trébol solo, la época de abril rindió 2,94 ton m.s./ha y la de mayo 1 ,38; la siembra de trébol solo en agosto fue estadÃsticamente similar a las siembras asociadas. La producción de trébol en el segundo año disminuyó en forma cuadrática, al atrasar la época de siembra, de 9 a 2,3 ton m.s./ha, en el trigo semienano, y de 7,5 a 0,5, en el alto, siendo significativo (P < 0,01) el efecto de variedad. Se obtuvo una relación lineal entre población de trébol al final de la primera temporada y la producción de la pradera en el segundo año, que indica que se requiere un mÃnimo de 80 a 100 plantas/m2 para alcanzar rendimientos superiores a 6 ton ms/ha. |