Durante dos temporadas (1979 y 1980) se desarrolló, en la Estación Experimental Carillanca, un sistema de producción de carne con 34 machos enteros de las razas Overo Negro y Overo Colorado, nacidos en otoño y que a los 7 a 8 meses de edad tenÃan 186 a 191 kilos de peso vivo promedio, saliendo a mercado a los 19 a 20 meses de edad, con pesos vivos promedios de 435 a 456 kg. Se utilizó una pradera de secano, compuesta de trébol blanco, trébol rosado, ballicas de rotación larga, ballicas de rotación corta y pasto ovillo, establecida en otoño de 1977. Los machos ingresaron a la pradera en diciembre-enero (2,8 animales/ha), permaneciendo allà durante todo el año, a excepción de los perÃodos crÃticos de verano (15 a 25 dÃas) y de invierno (92 a 81 dÃas), en que fueron suplementados con ensilaje o ensilaje más concentrado, según tratamiento. El ensilaje provino del forraje excedente cosechado en primavera dentro de las praderas del sistema. El concentrado correspondió a grano de arvejas. Durante 10 meses del año, los animales dispusieron de minerales para consumo. En el primer año, se midió el efecto de la adición al ensilaje de 1,5 kg de concentrado/animal/dÃa, durante 52 dÃas del invierno, observándose diferencias muy significativas (P < 0,01) en las ganancias de peso (0,65 vs. 0,39 kg/animal/dÃa). Las producciones de carne por hectárea alcanzaron a 731 y 673 kg, para la alternativa con y sin concentrado, respectivamente. En el segundo año, se comparó el efecto de la adición al ensilaje de 1,5 versus 2,5 kg de concentrado/animal/dÃa, durante 59 dÃas del invierno, observándose diferencias significativas (P < 0,05) en los incrementos de peso (0,655 y 0,732 kg/animal/ dÃa, respectivamente). Las producciones de carne por hectárea alcanzaron a 698 y 704 kg para cada alternativa, respectivamente. El peso final de los animales, en ambos ensayos, en función del canal de comercialización, indica que no es factible obtener pesos de sacrificio óptimos a los |