ChileanJAR

Las deficiencias nutritivas de los suelos de la provincia de Biobío se exploran con setenta muestras sembradas con ballica (Lolium perenne x Lolium multiflorum) en ensayos de macetas. El fósforo se constituye en el elemento crítico faltante en todos los suelos, los cualquiera sea su procedencia, convirtiéndose en una deficiencia nutritiva general.
Los valores promedios de los parámetros que definen a las líneas de fertilidad, permiten establecer el siguiente orden decreciente para la gravedad de las deficiencias nutritivas: fósforo, potasio, azufre, microelementos (boro, molibdeno, cobre, cinc, manganeso), magnesio y sólo ocasionalmente calcio.
La jerarquía de las carencias nutritivas se mantiene en relación a la observada para suelos de la provincia de Ñuble, donde la carencia de azufre es más grave que la de potasio (Araos, 1967. La deficiencia de fósforo es particularmente severa en los suelos provenientes de los alrededores de Santa Bárbara. Las carencias de azufre y de potasio se restringen a determinadas series de suelo o a áreas bien específicas denro de la provincia, debiendo destacarse el este y sudeste de Mulchén por tener suelos con pocas reservas de potasio. Ensayos de campo con remolacha relacionan la respuesta a la fertilización potásica en suelos pobres en potasio con el manejo del suelo que se lleva en el predio (Rojas, 1973 y 1978).
Se atribuye urgencia a la identificación del o los micronutrientes deficientes, porque los daños causados por su ausencia en ciertos suelos, pueden incluso llegar a sobrepasar a los originados por la deficiencia de fósforo.
Las conclusiones encontradas en diversos ensayos de campo con suelos de la provincia, respaldan los resultados de este trabajo.