Para la sustentabilidad de un agroecosistema es imperativo mantener la materia orgánica del suelo (MO). La MO puede dividirse entre la parte humificada, estable, y la parte no humificada, lábil. La extracción por flotación en un lÃquido de densidad conocida es una forma de obtener la MO lábil. En la región central de la provincia de Córdoba, Argentina, se estableció en 1983 un ensayo de labranzas de larga duración que incluyó los tratamientos: labranza convencional (LC), labranza vertical (LV) y siembra directa (SD), en la rotación maÃz/soja (Zea mays L./Glycine max Merr.). El objetivo del presente trabajo fue comparar cómo los diferentes sistemas de labranza afectan la cantidad, calidad y distribución en profundidad del carbono orgánico. Las labranzas conservacionistas incrementaron el nivel inicial de carbono (C) en los primeros 10 cm de suelo, mientras que la LC tuvo el efecto inverso. Con el sistema SD se pudo almacenar 6,9 Mg ha-1 más carbono orgánico total (COT) que con LC en la profundidad de 0-30 cm. Para las condiciones climáticas de la región, la SD se comportó como sumidero de CO2 atmosférico, LC como fuente, y LV prácticamente indiferente. Bajo SD el C estable obtenido por diferencia entre el COT y el C lábil, resultó significativamente mayor que bajo los otros sistemas de labranza. El sistema SD se presentó como sustentable para la región, porque permitió acumular mayor cantidad de C, de mejor calidad y estabilidad. |