Se efectuaron dos ensayos de campo, mediante un diseño aditivo, para evaluar el efecto de densidades crecientes de avenilla (Avena fatua L.) y ballica (Lolium multiflorum Lam.), separadamente, en la producción de trigo (Triticum aestivum L.) primaveral e invernal en el valle regado y la precordillera de Ãuble, respectivamente. Las densidades de avenilla fluctuaron entre 0 y 16 plantas m-2 en la precordillera andina y entre 0 y 24 plantas m-2 en el valle regado. En ballica, se utilizaron densidades de 0 a 50 plantas m-2 en la precordillera andina y de 0 a 80 plantas m-2 en el valle regado. Los datos obtenidos se ajustaron a un modelo hiperbólico para predecir el rendimiento y pérdida en rendimiento. Aumentos de una planta de avenilla m-2 significaron, aproximadamente, una pérdida de 100 kg ha-1 de trigo; mientras que cada 10 plantas de ballicas m-2, significaron una pérdida de entre 140 y 200 kg ha-1 de trigo. Densidades de 3 avenillas m-2 proyectaron una pérdida en el rendimiento de trigo de 4,5% en el valle regado y de 3,5% en la precordillera, respectivamente. Densidades de 10 plantas de ballica m-2 predijeron una pérdida en el rendimiento de trigo de 1,6% en el valle regado y de 1,3% en la precordillera. Con las pérdidas proyectadas por el modelo hiperbólico, el umbral económico varió entre 3 y 4,4 plantas de avenilla m-2 y 27 y 36 plantas de ballica m-2, dependiendo del área agroecológica y del costo del control. Hubo una respuesta lineal a la densidad de cada maleza para producir semillas por plantas no controladas en el cultivo de trigo. La mayor densidad de avenilla, 24 plantas m-2, incrementó el reservorio en el suelo en casi 2000 semillas m-2, mientras que la mayor densidad de ballica, 80 plantas m-2, lo hizo en más de 28.000 semillas m-2. |