El presente trabajo es parte de un programa de conservación de forraje con un mÃnimo o ningún uso de maquinaria, simulando la situación de un pequeño productor del secano mediterráneo, que podrÃa sembrar avena usando tracción animal en otoño-invierno y cosechar en forma manual (echona) la planta madura en verano, para usarla como alimento en los perÃodos de escasez de forraje. En mayo de 1990, en la Estación Experimental La Platina (INlA), se sembró avena (Avena saliva L.), variedad Nehuén, la que se cosechó madura, en enero-febrero, siendo almacenada en gavillas hasta el mes de abril, para ser utilizada como alimento en los tres tratamientos siguientes: T1 =: avena seca, planta entera (caña más grano) como único alimento, T2 =: 85% de avena seca, planta entera, más 15% de heno de alfalfa y T3 = 75% de avena seca, planta entera, más 25% de heno de alfalfa. En cada tratamiento se usaron 7 toretes Hereford de 264,3 kg de peso vivo inicial, los que se mantuvieron 83 dÃas con las raciones señaladas. En todos los tratamientos el consumo de materia seca fue bajo, como cifra absoluta, aunque aceptable para el tipo de alimento usado: T1 = 1,73% del peso vivo (4,50 kg m.s./animal/dÃa), T2 = 1,79% (4,71 kg) y T3 = 1,77% (4,69 kg). Estimativamente, la cantidad de energÃa consumida fue suficiente para obtener ganancias de, aproximadamente, 0,4 a 0,6 kg/dÃa; sin embargo, la proteÃna total era insuficiente para ganancias iguales a 0,2 kg/dÃa, aún en el mejor tratamiento. El cambio de peso vivo no difirió significativamente (P > 0,05) entre los tratamientos, aunque la tendencia fue a favor de aquellos que incluÃan heno de alfalfa. Durante los primeros 64 dÃas ocurrieron ligeras ganancias de peso en todos los tratamientos (0,23 kg/dÃa, en T1 y 0,37 kg/dÃa, en T3); sin embargo, posteriormente, se presentaron pérdidas de peso en los tres tratamientos, pese a no haber disminuido el c |